Por César Moya Villasante
Es agotador escuchar cada día las denuncias, los imputados, los juicios que se demoran años, las sospechas de casos nuevos. Pero con todo ello nadie paga la corrupción.
Los poquísimos que van a la cárcel salen enseguida, como Matas, Isabel Pantoja y otros. Todos están aforados, como Barberá, que además no va al Senado porque “se enfada”, pero que sigue cobrando. No se actúa políticamente contra nadie.
¿Alguien puede pensar que esta sociedad pueda avanzar con una corrupción a la que algunos políticos gobernantes dan protección? Y tienen la desfachatez de pasar el muerto a los jueces, cuando ellos tienen el poder absoluto. Si provocan nuevas elecciones puede que algunos lo paguen. Y todos, con más abstención.